miércoles, 3 de noviembre de 2010

El mago escéptico.

Mira amigo mio, al nivel al que estamos ya no es posible creer en los sentimientos que han guiado nuestra vida por tanto tiempo, ya no es necesario un otro para afrontar la soledad, ya no es necesario hablar para entrar en otros, y todo esto es porque ya no vemos como antes, ya nuestros ojos quedan como viles cascabeles en este gran y diferente ojo.

Podríamos mentir diciendo que por miedo o profundo arraigo a la vida que hemos defendido con tanta pasión, dejaríamos de avanzar por este carril, ya que nunca lo hicimos antes, nunca estuvo en nuestras intenciones, y  hoy la meta del despertar esta a nuestra puerta y a ella no le gusta esperar, y a ella no hace falta que le abran la puerta, y en ella no hay piedad para nuestra impía cabeza.

Ahora mira hacia afuera a través de la ventana, hay lluvia, y su sonido trata de penetrar ya hace horas nuestra calma, nuestra calma de intención, nuestro abrigo de ilusiones bañadas en sepia.

Ahora mira esas pocas personas que se aventuran dormidas y soñadoras, yo se que ya no puedes separar una de otra, ¿es acaso ese resplandor indefinible, siniestro como energía vital del mundo que se hace presente en visiones un engaño dadá a nuestros sentidos? Agradezco ahora que la locura no sea mi peor castigo.

Estamos ante algo grande, el papel tapiz que nos engaña los ojos persistente mente muestra hoy su lado mas gentil tomando un descanso y mostrándonos la vuelta de espiral, nosotros lo obligamos a ello. Recuerdo cuando hace no mucho tiempo no veíamos ni dentro ni afuera de nosotros, digo, si, nosotros... nosotros. ¿Nosotros?

No hay comentarios:

Publicar un comentario